Con la cooperación del obispo y de los padres paulinos, el inmigrante alemán Antonio Lehmann Merz adquirió un equipo de imprenta y fundó su negocio, en 1896, con el nombre de Librería Católica. Instalada en una vieja casa ubicada en calle 4, entre avenidas 2 y 4, comenzó la librería con cuatro empleados que vendían libros religiosos y científicos importados, rosarios y papelería en general, mientras que la imprenta producía breviarios y carteles para anunciar turnos y actividades eclesiásticas.