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Cuando un amigo, compañero de trabajo o miembro de la familia atraviesa un momento complicado, deseamos estar presentes y demostrarles que nos importan. Sin embargo, a menudo nos enfrentamos al desafío de saber cómo ayudar de una manera considerada y respetuosa hacia lo que están experimentando. Realizar pequeños esfuerzos para brindar apoyo emocional puede aliviar su estrés y marcar una gran diferencia en su bienestar.

Si tuviste esa sensación de hartazgo al leer el título de esta columna y pensaste: “otra vez viene alguien a decirme que todo es posible si me esfuerzo, con su optimismo tóxico”: ¿Qué pensarías si te dijera que todo lo que cabe en tu mente, cabe en tu vida?

Ismael Cala habla sobre su viaje a Vietnam, luego de dos años en pandemia.