Alrededor de cinco personas actúan de forma coordinada para encontrar víctimas en buses, algunos han sido arrestados por el OIJ, pero no se han desmantelado las bandas.
OIJ detuvo a cinco hombres y dos mujeres, pues afirma que su actividad generó aumento de robos y hurtos en esa zona rural.
En el 2015 eran solo ocho homicidios en ese cantón, pero las cifras se fueron multiplicando y el año pasado fueron 43. La tasa de asesinatos pasó de 11,5 por cada 100.000 habitantes, a 30,7 en el 2020.
Entre el 1.° de enero y el 13 de febrero de este año hubo una disminución del 60 % en asaltos a peatones en el centro de San José, en relación con igual periodo del año pasado.
“Llama la atención que a pesar de que en los últimos dos meses hay menos actividades de diversión, menos lugares donde concurren personas y menos zonas que pueden propiciar conflictos, y en general menos contacto, pues que tengamos cuatro homicidios más que el año anterior”, dijo Espinoza.
Asaltos, hurtos, robo de viviendas, robo de ganado, robo de vehículo y tacha de vehículos presentaron disminuciones entre el 1,2% y el 25% si se compara un año con otro.
Dentro de la unidad se hizo un tumulto, luego de que uno de los individuos manifestó que se le había caído algo, lo que fue aprovechado por sus cómplices para cometer el delito.
Refinadora solicitó en junio obtener de los consumidores ¢1.537 millones por saqueos del 2018.
Lo que llega al OIJ es apenas las denuncias que se atreven a poner; mas lo cierto es que existe una “cifra negra” de muchos, probablemente, que por vergüenza o miedo se abstienen, confirmó Francisco Velásquez.
En una audiencia que será el próximo lunes 10 de junio, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, (Aresep) analizará la propuesta con la que Recope busca recuperar las pérdidas que generan esos actos vandálicos, los cuales en los últimos tres años rondan los ¢6.000 millones.