Emprender puede ser, literalmente, una montaña rusa de emociones en la que necesitamos reforzar nuestras virtudes para no sucumbir al caos y a la incertidumbre que están aseguradas
Emprender puede ser, literalmente, una montaña rusa de emociones en la que necesitamos reforzar nuestras virtudes para no sucumbir al caos y a la incertidumbre que están aseguradas