José Luis Molina, el mejor representante del atletismo nacional, nunca pensó en este deporte. El mismo confiesa que fue por casualidad, en 1985, cuando un amigo lo impulsó a correr.
José Luis Molina, el mejor representante del atletismo nacional, nunca pensó en este deporte. El mismo confiesa que fue por casualidad, en 1985, cuando un amigo lo impulsó a correr.