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Su papá, don Edgardo, se encuentra en Costa Rica y eso motiva más al carrilero de la Liga. “Siempre me ayudó en todo y que me vea jugando profesionalmente era mi sueño”, comentó el futbolista.

El lateral izquierdo sintió la marca a presión de una multitud de niños que lo rodeaban en la Escuela Mariana Madrigal de la O, en Tuetal Norte de Alajuela, para obtener un recuerdo suyo.

Es oriundo del Parque Casas en Rosario, Argentina; tiene 20 años, durante dos meses se entrenó con el Catania y en lugar de mate prefiere café con leche. Este sábado jugará su primer clásico en Costa Rica.