Desde su llegada al mundo, el exsiamés Ezequiel Núñez, de casi 8 años, ha sido un emblema de esperanza y alegría. Hace un lustro fue separado de la cabeza y el cerebro de Samuel, su gemelo, quien hace tres navidades ‘se fue al cielo’
Desde su llegada al mundo, el exsiamés Ezequiel Núñez, de casi 8 años, ha sido un emblema de esperanza y alegría. Hace un lustro fue separado de la cabeza y el cerebro de Samuel, su gemelo, quien hace tres navidades ‘se fue al cielo’