Un tribunal rechazó la solicitud de casa por cárcel planteada por el médico Francisco Mora Palma y el comerciante griego Dimóstenes Katsigiannis Karkasi.
El exjefe médico de la CCSS Francisco Mora Palma fue condenado a 12 años de prisión por el delito de trata de personas para tráfico de órganos.
Según Sandra Chaves, experta en tráfico Ilícito de migrantes y trata de personas, el juicio contra cuatro médicos y un comerciante por el supuesto delito de trata para extracción ilícita de órganos es una muestra de los avances en el país para prevenir, identificar y sancionar una de las mayores violaciones contra los derechos humanos.
Costa Rica es el único país del mundo que ha logrado desarticular una supuesta red de trata de personas para extracción ilícita de órganos, y también es el único que hasta ahora ha llevado al banquillo de los acusados a cinco imputados por esa causa; cuatro de ellos, médicos.
María Amalia Sánchez de León, abogada defensora del nefrólogo Francisco José Mora Palma, rechazó los cargos que le atribuye la Fiscalía al médico, en el juicio por supuesta trata de personas para extracción ilícita de órganos.
Las autoridades de la Caja esperan que la Fiscalía les aclare si encontró evidencias de la realización de trasplantes ilícitos en el Hospital México, como lo sugirió un análisis de intervenciones telefónicas realizado por ese despacho judicial.
La fiscala Ileana Mora sostiene que los cinco imputados en el juicio por supuesta trata de personas para extracción ilícita de órganos orquestaron un plan, se distribuyeron funciones y se enriquecieron con estas operaciones.
Para la fiscala de juicio en el caso de trata de personas para extracción ilícita de órganos, los tratantes son personas con poder que se aprovechan de la vulnerabilidad económica de una persona. Como señal de su lucha contra este delito, porta en su solapa un corazón azul.
Esteban Penrod Padilla conoció a una pareja de turrialbeños en una celda de detención de un aeropuerto israelí, mientras él fungía como cónsul de Costa Rica en ese país, en 2013. Le confesaron que estaban ahí para la extracción de un riñón.
Una pareja de turrialbeños viajó a Israel en 2013 a dar un riñón a un ciudadano de aquel país, con la promesa de recibir ¢10 millones a cambio. Al final, fueron deportados tras vivir una historia de terror en uno de los aeropuertos israelíes y solo recibieron ¢500.000.