Siguen piedritas en más de un camino; inescrupulosos abundan; los escrupulosos escasean, cada vez más

Hay familias de palabras que, por ser muy antiguas, han acumulado un sinfín de significados, algunos de los cuales no son más que hipócritas metáforas.

Uno de los deportes paralingüísticos más practicados es la tildación de las academias de “anticuadas”. Mucho de razón hubo en esta censura; empero, olvidamos que la Real Academia Española nos simplificó la vida ya en 1741, cuando publicó su <em> Ortografía de la lengua española</em> atenuando el uso de la <em>y</em> y suprimiendo los dígrafos <em> ch, ph, ps, rh y th</em> , de origen griego. Por ello, ahora escribimos ‘física (no ‘phýsica’), ‘sicología’ (no ‘psychología’) y ‘ritmo’ (no ‘rhythmo’).