La moda de los velorios insólitos vuelve a Puerto Rico con el caso del joven de 23 años Jomar Aguayo, cuyo cadáver se exhibe en un bar de San Juan, sentado en una mesa jugando al dominó y con una cerveza.
La moda de los velorios insólitos vuelve a Puerto Rico con el caso del joven de 23 años Jomar Aguayo, cuyo cadáver se exhibe en un bar de San Juan, sentado en una mesa jugando al dominó y con una cerveza.