Gabriel Boric encarna la venganza del Estado: va a freír en impuestos a los chilenos
El contundente triunfo del izquierdista Gabriel Boric revela y augura profundos cambios sociopolíticos. La solidez democrática chilena no peligra, pero existen múltiples incógnitas sobre el próximo gobierno
Las angustias desatendidas buscaron una salida democrática
El mandatario electo, de 35 años, dirigirá una nación que redacta su nueva Constitución. También tendrá que lidiar con la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.
Joven de 35 años consigue el 55,85% de los votos y se impone sobre el ultraconservador José Antonio Kast, para convertirse en el presidente más joven en la historia de Chile.
El presidente del Servicio Electoral le expresó al Gobierno su preocupación por la frecuencia del transporte público, principalmente en la Región Metropolitana.
El candidato de 35 años se interesó por la política desde niño, mientras crecía a orillas del Estrecho de Magallanes. Su madre no quería que siguiera esa carrera, pero ahora apoya su ‘apostolado’.
La familia Kast emigró desde Alemania luego de la II Guerra Mundial, creó un negocio de embutidos y dio trabajo a la comunidad de Paine. A partir de 1973, apoyaron al régimen de Augusto Pinochet.
Firmas encuestadoras del país austral situaron en la intención de voto al candidato izquierdista Gabriel Boric por delante de su adversario de derecha, José Antonio Kast.
Pinochet dejó un legado aún más nefasto que una constitución a la medida: el terror a su retorno