En el 2018, la hábil campaña digital de Bolsonaro, basada en propaganda, linchamiento de adversarios en las redes y desinformación, fue uno de los propulsores de la llegada del excapitán del Ejército al poder.
Según sondeos, Lula es el favorito para la elección del 2 de octubre, pese a que no evitaría una segunda vuelta con Bolsonaro, quien ha recortado la ventaja en las últimas encuestas.