Para Moscú, controlar Severodonetsk allanaría el camino para hacerse con la ciudad de Kramatorsk, una etapa importante para conquistar toda la región fronteriza con Rusia.

La segunda segunda ciudad de Ucrania, ubicada en el noreste, fue bombardeada casi a diario cuando inició la invasión rusa el 24 de febrero.

Limán es punto clave en el avance ruso en el este del país, ya que allana el camino hacia Sloviansk, que Kiev arrebató a los separatistas prorrusos en el 2014.

Tras fracasar en su intento de tomar Kiev y Járkov, Moscú centra sus esfuerzos en conquistar completamente el Donbás, una cuenca minera que comprende las regiones de Donetsk y Lugansk.

Ejército ruso intenta hacerse con el control de la ciudad de Severodonetsk, una localidad clave para que Moscú controle totalmente el Donbás.

En la ciudad sureña de Jersón, bajo control de las fuerzas rusas desde el inicio de la guerra, autoridades apoyadas por Moscú continuaron presionando por una anexión formal mientras los pobladores se muestran preocupados por su futuro.

Traslado de las fuerzas rusas al Donbás habría ayudado a las tropas ucranianas a retomar la zona al norte de Járkov, la segunda ciudad del país.

El recrudecimiento de los bombardeos en el Donbás llevó a las autoridades ucranianas a suspender por tercer día consecutivo el despliegue de corredores humanitarios seguros para evacuar a civiles.

Desde que Rusia anunció la retirada de sus tropas de la región de Kiev, ha concentrado sus fuerzas armadas en el este de Ucrania, objeto de frecuentes bombardeos desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

En esta ciudad del sureste de Ucrania, asediada desde hace más de 40 días por el Ejército ruso y destruida en gran parte, la situación humanitaria es dramática.