Los tres meses de vida de un perro equivalen a los primeros cinco años de un ser humano, en el sentido de que cualquier experiencia positiva o traumática vivida en esta etapa marcará su adultez.
Los tres meses de vida de un perro equivalen a los primeros cinco años de un ser humano, en el sentido de que cualquier experiencia positiva o traumática vivida en esta etapa marcará su adultez.