Si los volcanes Tenorio y Miravalles hubieran estado desprovistos de vegetación, la cantidad de deslizamientos, cabezas de agua y represamientos propiciados por el huracán Otto hubieran causado estragos aún mayores debido a las grandes pendientes del terreno.
El estado de salud de los ecosistemas determina cuan fuerte está un territorio para lidiar con el impacto de eventos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes.
El paso del huracán Otto por la zona norte modificó los cauces de los ríos Cuipilapa y Naranjo, en Bagaces, así como Bijagua y Zapote, en Upala.