Los efectos del calentamiento —huracanes, inundaciones, sequías, temperaturas récord— crecen y su freno es cada vez más difícil.
Los ministros de Medio Ambiente de una treintena de países se reúnen este sábado en Montreal para fijar las reglas destinadas a lograr los objetivos de reducción de emisiones según el acuerdo del clima de París, en una cita sin los Estados Unidos, ni su presidente Donald Trump.
Un principio diferente de justicia surge si consideramos los gases de invernadero como contaminación y aplicamos el principio de que quien sea que la haya causado tiene que pagar su limpieza.
Todos deben movilizar el apoyo de los estadounidenses a la protección de los entornos locales y la contribución a las soluciones mundiales.
En las últimas semanas se han producido importantes avances en políticas ambientales globales.
Apenas cinco días después de nacer a la vida jurídica, el tratado, todavía incipiente, sufrió un golpe demoledor con la elección de Donald Trump
El Poder Ejecutivo, a través de su canciller y ministro de Ambiente, presentó el Acuerdo de París ante la Asamblea Legislativa para su aprobación.
El acuerdo logrado durante la Cumbre COP21 en París en diciembre pasado para mitigar el cambio climático fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016.
Los delegados de 195 países iniciaron este lunes en Bonn (Alemania) su primera sesión de conversaciones desde la COP21, para darle cuerpo al pacto sobre el clima, ambicioso pero incompleto, adoptado en diciembre en París contra el calentamiento global.
Un récord de 171 países se reunió el viernes en la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU) para firmar un histórico acuerdo climático para combatir el calentamiento global, con la esperanza de mantener el impulso logrado en la cumbre del clima realizada en la ciudad de París, Francia, en diciembre pasado.