En un chalet tildado de “casa de los horrores”, los agentes encontraron a un anciano alemán y a una anciana holandesa en “pésimas condiciones”, encerrados en habitaciones separadas, drogados y alimentados por sonda nasogástrica.
En un chalet tildado de “casa de los horrores”, los agentes encontraron a un anciano alemán y a una anciana holandesa en “pésimas condiciones”, encerrados en habitaciones separadas, drogados y alimentados por sonda nasogástrica.