Se trata del costarricense Rodrigo Jara González, mecánico de profesión, a quien la policía responsabilizó por la movilización de unos 3.000 kilos mensuales de cocaína, y el colombiano Humberto Farid Tawil, condenado a 18 años de prisión en 1991 por el tráfico de 500 kilos de la misma droga, descubiertos en el aeropuerto La Managua.