La época navideña evoca la temporada de la recolección de café, con lo que implica la labor en el campo.
Las fuertes lluvias registradas en las últimas horas generaron el deslizamiento de dos hectáreas en un cerro de Arancibia, Puntarenas. El camino quedó parcialmente comprometido y parte del material llegó al río Aranjuez.
Una mezcla de toma de conciencia, aprendizaje, ahorro y adaptación al cambio climático impulsa nuevas formas de producir en Costa Rica.
El trabajo en el cafetal fue en el pasado una labor en la cual participaba toda la familia
Icafe asegura que aguaceros caen en el mejor momento, pero producción depende de si hay agua en mayo.
Las grandes áreas llenas de café desaparecen inexorablemente de la región denominada Valle Central, la cual va desde el cantón de Poás, en Alajuela, hasta La Unión, en Cartago.
El Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) considera de gran preocupación el agotamiento a escala nacional del área sembrada con este cultivo por lo que apuesta a la región productora de Turrialba en sus proyectos para renovar plantaciones y recuperar fincas y sumar hectáreas.
La meta por área de renovación de cafetales solo se cumplió en un 16%, entre el 2010 y el 2015, de acuerdo con una auditoría realizada por la Contraloría General de la República, mientras el objetivo de colocación de crédito solo alcanzó un 18,5%
Luego de las primeras lluvias los cafetales del Valle Central empiezan a florecer.
El país tiene cafetales que cuyos niveles de producción son muy bajos: unas15 fanegas por hectárea. Esto se debe a que las plantas llevan más de 30 años en producción.