En respuesta a nuestro editorial del sábado, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, recoge calificativos utilizados para opinar sobre la actuación del Gobierno en el caso concreto de la reforma laboral y se los aplica al presidente de la República, como si así lo hubiéramos hecho nosotros. Si relee el editorial, el ministro encontrará que las expresiones por él reclamadas se le atribuyen a la Administración y sus actuaciones en esta situación específica, no a una persona en particular.