El 2022 será el año en el que Costa Rica comenzará a sentir el impacto del envejecimiento de su población en edad productiva.
El aumento de personas pensionadas en el país y el pago de esas jubilaciones es el reto más grande –junto con lo atención en salud– que tiene el país desde ya y por las próximas décadas.
La población mayor de 65 años es la de mayor crecimiento no solo en Costa Rica, sino en la mayoría de países de la región.
A criterio del investigador de la Universidad de Costa Rica, el país debe reforzar la inversión en educación para terminar de sacarle provecho al bono demográfico y así tratar de enmendar lo ocurrido en los años 80, cuando no se invirtió en educación y se dio paso a la generación perdida.