A sus 25 años, el comediante estadounidense Bo Burnham está dilatando el techo del género <em>stand-up comedy</em> no solo por medio de una comedia lúcida y autoconcienzuda, sino también por su uso de efectos e iluminación en el escenario. Cuando uno ve un especial de Bo, la línea entre un espectáculo escénico y un monólogo se torna difusa.