Un árbol de ceibo de unos 30 metros que fue derribado por los fuertes vientos destrozó ayer parte de la casa de Natalia Hernández, quien permanecía dentro junto a sus dos hijos de tres y 7 años.
Un árbol de ceibo de unos 30 metros que fue derribado por los fuertes vientos destrozó ayer parte de la casa de Natalia Hernández, quien permanecía dentro junto a sus dos hijos de tres y 7 años.