A sus 96 años, Amable Vásquez recuerda aquella convulsa época, en la que pasó de esconderse en techos y dormir en los cielorrasos a ser uno de los consejeros de José Figueres Ferrer
A sus 96 años, Amable Vásquez recuerda aquella convulsa época, en la que pasó de esconderse en techos y dormir en los cielorrasos a ser uno de los consejeros de José Figueres Ferrer