No se vale adoctrinar con falsedades y dogmas ideológicos a los niños sobre uno de los períodos más exitoso de nuestra historia
El Ministerio de Educación difunde entre los alumnos de undécimo versiones tergiversadas de la historia reciente en consonancia con los prejuicios ideológicos de la izquierda
Los estudiantes y Dios son utilizados para propósitos de grupos opuestos al progreso.
Los modelos educativos regidos por filosofías equilibradas mantienen a raya al totalitarismo.
La distorsión izquierdista de la historia procura demonizar la apertura comercial e inserción del país en el mercado internacional. Esa narrativa, visible en los materiales ofrecidos hasta hace poco por el MEP en Internet, todavía se les enseña a los estudiantes de los últimos años de bachillerato.
Que el MEP utilice datos falsos para adoctrinar a los estudiantes al ideario socialdemócrata –del más rancio de los setenta, para peores– no es ninguna sorpresa.
El MEP debería garantizar, cuando menos, una enseñanza apegada a la realidad y no a los propósitos políticos de un puñado de burócratas.
“Concientizar, sensibilizar e involucrar a la población estudiantil en la formación de una cultura de promoción y protección de la seguridad social”, suena relativamente inocente, pero si vemos los detalles notaremos que se trata de un esfuerzo –ni tan velado– de adoctrinamiento ideológico a niños y jóvenes.