Desde la construcción de la Costa Rica moderna a mediados de siglo, bajo la dirección de Rafael Angel Calderón Guardia y José Figueres Ferrer, la política ha consistido en la administración de la obra de estos dos estadistas. El Dr. Calderón le dio dignidad y seguridad al trabajo y le abrió las puertas al conocimiento y al pensamiento. Don José Figueres promovió con éxito el progreso, la institucionalidad, la superación y la justicia sociales, mediante los instrumentos de su época. Más que líderes, estadistas constructores, se constituyeron por eso en caudillos que llegaron muy hondo al corazón del pueblo, el cual con fidelidad incondicional que trascendió hasta la muerte, se les apegó en el exceso, en parte por un sentido de orfandad ante la ausencia -real o sentida- de líderes constructores para las nuevas situaciones, que superan en todos los frentes las soluciones de mediados de siglo.