12 docentes forman parte de Maestros del Volcán, un programa de capacitación ideado por el geólogo Paulo Ruiz del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
41 puentes se verían afectados por lahares derivados de la actividad del volcán Turrialba, según modelos realizados por geólogos del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica.
Las fotografías que captó un dron, suspendido a 300 metros de altura sobre el cráter activo del Turrialba, permitieron caracterizar esta estructura volcánica por su forma.
Turrialba es explosivo y peligroso. De hecho, está presentando flujos piroclásticos - nubes caliente compuestas por gases, materiales sólidos y aire atrapado que se mueven a nivel del suelo y avanzan muy rápido por las laderas- que pueden alcanzar entre 60 y 70 grados Celsius (°C), lo cual puede afectar vías respiratorias, ojos y piel de las personas.
Desde 2010, cuando el volcán Turrialba entró en actividad, los datos recolectados por el instrumento OMI del satélite Aura de NASA complementan el trabajo de vigilancia volcánica realizado por los geoquímicos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
La geoquímica de gases y sustancias acuosas es utilizada en vigilancia volcánica para conocer cómo asciende el magma a través del edificio volcánica. ¿Cómo se toman las muestras? A continuación le contamos.
Cuando María Martínez, geoquímica del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), observa los perfiles de azufre y cloro así como azufre y flúor de la lluvia ácida recolectada en los alrededores del volcán Turrialba y los compara con los perfiles de los gases fumarólicos tomados en el cráter, se da cuenta que estos son similares.
Aparte de divulgar su trabajo e informar a la población, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) ha sabido sacarle provecho a las redes sociales durante este período eruptivo del volcán Turrialba.
El volcán ha sumado más material particulado y dióxido de azufre al ambiente, lo cual ha incidido en la calidad del aire de la Gran Área Metropolitana (GAM). Pero no es el único culpable de la tos, irritación de garganta y lagrimeo padecidos por la población en los dos últimos años.
Donde las personas solo ven polvo gris, Geoffroy Avard mira minerales de distintos colores, rastros de gases y vidrios. Su observación va más allá: el petrólogo intuye lo que podría hacer el volcán Turrialba a partir de los materiales que expele en las erupciones.