Por razones que suelen evadirse, pero que como país deberíamos empezar a desvelar, estamos afrontando los problemas desde la política, la economía y el derecho, pero no desde la cultura.
Revestido de catastrofismo, hace poco más de diez años, durante el referéndum del TLC, el miedo se utilizó para manipular y movilizar masas.
Mientras sigamos así, indolentes, nos quejaremos cada vez que nos asalten o roben nuestras casas.