Los médicos le dijeron que nunca más podría volver a caminar y que pasaría el resto de su vida en una silla de ruedas.
La trágica muerte de Naya Rivera fue un golpe devastador para el reparto de Glee, que agrega una víctima más a la maldición de la serie.
Nació y creció en una mansión de 53 habitaciones; tal vez acabe sus días en una celda de cuatro metros cuadrados, vestida con ropa de papel para que nunca se suicide.