Con su cine y sus reglas del manifiesto Dogma 95, no sé si el realizador danés Lars von Trier es un provocador inteligente o un alborotador excéntrico. Con Tarantino, no dudo que es del segundo grupo, por ejemplo.
Con su cine y sus reglas del manifiesto Dogma 95, no sé si el realizador danés Lars von Trier es un provocador inteligente o un alborotador excéntrico. Con Tarantino, no dudo que es del segundo grupo, por ejemplo.