La marchista Noelia Vargas realiza, desde agosto, sus sesiones a 3.200 metros de altura, en una superficie irregular de arena y ceniza, con una temperatura que ronda los siete grados Celsius.
La marchista Noelia Vargas realiza, desde agosto, sus sesiones a 3.200 metros de altura, en una superficie irregular de arena y ceniza, con una temperatura que ronda los siete grados Celsius.