Estas temperaturas sin precedentes, que no pueden explicarse sin el efecto de los gases de efecto invernadero, enfrentan a la humanidad a un clima nunca antes experimentado en nuestra civilización
El Niño alcanzó su máxima intensidad en diciembre, siendo uno de los cinco más fuertes jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Los días de bochorno continuarán por más semanas y el Instituto Meteorológico Nacional pronostica las razones.