En nuestra cultura, comer insectos es inconcebible. El rechazo que provoca la idea de llevar bichos a nuestra boca es inmediato, a pesar de estar fundamentado únicamente en prejuicios y desinformación.
En nuestra cultura, comer insectos es inconcebible. El rechazo que provoca la idea de llevar bichos a nuestra boca es inmediato, a pesar de estar fundamentado únicamente en prejuicios y desinformación.