Centenares de peregrinos buscaron aliviar su conciencia antes de la llegada del papa Francisco, arrodillados en 250 confesionarios fabricados por presos e instalados en un parque de Ciudad de Panamá.
Centenares de peregrinos buscaron aliviar su conciencia antes de la llegada del papa Francisco, arrodillados en 250 confesionarios fabricados por presos e instalados en un parque de Ciudad de Panamá.