Lo único bueno de esta incursión asiática es la confirmación de que hay que ponerse a trabajar en serio, con un entrenador de nivel, que se anime a hacer equipo con aquellos futbolistas de talento, dispuestos a labrarse su propio hueco en la historia.
Etiquetas Columna+de+Danilo+Jiménez
Que Javier anclara en mi niñez como un peso pesado del comentario y el análisis futbolístico tiene un mérito para él porque a finales de los 60 y durante toda la década del 70 había voces autorizadas micrófono en mano.
El destino y su corazón lo empujaron al achique más peliagudo de su vida y dio el paso al costado, en una acción entendible porque calza con el código de valores con que se manejó en el fútbol.