Sí. “Jeans” es un término singracia. Sí. Decir “vaqueros” crea una nausea gramatical un tanto hipnotizante. ¡Pero cualquier palabra es una papa sin sal al lado de la poesía que exhala la palabra “bluyín”! ¡Oh! Qué éxtasis es declamar ese inocente “blu” parido de una vaga pronunciación del inglés