Un juez le dio a Heiner Guzmán la primera señal de que los problemas con el registro de terrenos, en lo que se conocía como Hacienda Miravalles, en Bagaces, se le harían aún más complicados.
Él se encontraba tramitando la inscripción de una finca en la comunidad de Guayabo que le heredó su mamá cuando repentinamente se rechazó su solicitud.
“Ya en la última etapa del proceso, cuando iba a aportar los testigos, recibí una notificación del Juzgado Agrario de Liberia. Me informaron de que el Inder se había opuesto al proceso y que se daba el caso por cerrado porque el terreno pertenece al Inder”, contó Guzmán, quien es ingeniero y labora para una planta eólica en Guanacaste.
Tal noticia la recibió hace aproximadamente un año.
Más adelante, cuando el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) convocó a las reuniones con la comunidad, recibió más malas noticias: a cada persona se le permitiría recibir solamente un terreno.
Guzmán explicó que tal restricción es problemática para él, puesto que además de la propiedad que heredó de su mamá, ya había adquirido otras dos, en La Fortuna.
Él tiene planes para construir en uno de esos terrenos, pero deberá esperar.
“El asunto ya se está convirtiendo en un tema un poco desesperante porque las soluciones que el Inder propone son a largo plazo (...). Ahora tenemos nosotros que aguantarnos el asunto e ir al paso al que quieran ir”, se quejó Guzmán.
Ricardo Rodríguez, presidente ejecutivo del Inder, aseguró que el objetivo es regularizar la situación de las miles de parcelas antes de que culmine el Gobierno actual, en el 2018.
No obstante, el jerarca condicionó el avance a que a la entidad se le aprueben recursos adicionales para contratar un equipo de ingenieros topógrafos.