Aunque el Gobierno aún no salda el debate sobre un eventual cierre o reestructuración del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU), la entidad toma aire fresco con el anuncio de siete proyectos habitacionales para clase media.
La presidenta ejecutiva del INVU, Sonia Montero, enumeró los nuevos planes este lunes en Casa Presidencial en la conmemoración del 60 aniversario de la institución, cuestionada por debilidades en gestión y coordinación con el resto del sector.
Como punta de lanza entre las iniciativas del INVU figura el proyecto “Blëlë”, que en lengua cabécar significa principio o comienzo.
Montero detalló que el desarrollo aún está en etapa de anteproyecto y se planea su construcción en una finca de 5.000 metros cuadrados que posee el Instituto en Curridabat, 200 metros al sur y 50 al este del cementerio de ese cantón josefino.
El diseño contempla dos edificios, de cinco niveles cada uno, con un total de 82 departamentos con áreas entre los 45 y los 60 metros cuadrados. El costo estimado rondará entre los ¢39 millones y los ¢52 millones.
Los otros seis proyectos que el INVU desarrollará en terrenos propios se ubicarán en Cañas (Guanacaste), Barranca (Puntarenas), Florencia (San Carlos), Cartago, San Isidro de Coronado y Hatillo (San José).
Pese al nuevo comienzo para la entidad que vislumbra la presidenta ejecutiva del INVU, el ministro de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), Rosendo Pujol, no descarta alternativas más radicales, como el cierre o una reestructuración profunda de ese Instituto.
Sin embargo, el jerarca dijo que cualquiera de esas rutas será una decisión del presidente Luis Guillermo Solís, aunque no adelantó en qué plazo se daría a conocer qué definió el mandatario al respecto.
Pujol tampoco ocultó sus discordias con Montero, pero subrayó que en las últimas semanas su cartera ha logrado firmar acuerdos “importantes” con el INVU, que hacen pensar en una mejor coordinación.