Los vecinos de Siquirres ya pueden tomar con tranquilidad el agua que llega hasta sus casas, luego de 15 días de zozobra por la contaminación con combustible.
El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) informó la tarde de este miércoles mediante redes sociales de que concluyó las labores de limpieza en la planta de tratamiento que se alimenta de las aguas de quebrada El Coco de Moravia, en Siquirres.
Fue en ese cauce donde se derramaron 3.000 litros de combustible para aviación luego de que ladrones de combustible provocaron una fuga en el poliducto de la Refinadora Costarricende Petróleo (Recope).
Por esta razón, trabajadores de esa institución colaboraron en los trabajos para restablecer el suministro de líquido potable.
La vulneración del oleoducto ocurrió el miércoles 3 de julio, pero fue la madrugada del martes 9, cuando los sistemas de Acueductos y Alcantarillados detectaron la presencia del hidrocarburo y activaron las alertas.
La situación afectó a unos 30.000 habitantes de las comunidades de Siquirres, Indianas y Pacuaritos, que atendieron sus necesidades con agua que llegó en camiones cisternas dos veces al día.
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Sin embargo hubo problemas en los comercios, ya que la prioridad fueron los centros de salud, escuelas y los poblados.
El robo de hidrocarburo obligó a cerrar la planta de tratamiento de agua donde debió realizarse una limpieza general de tuberías y tanques de emergencia, explicó días atrás el AyA.
Cerca del sitio donde se produjo el robo del producto Jet A-1, utilizado como combustible de avión, personal de Recope realizó remociones en la capa superficial a fin de limpiar los restos que quedaron tras la sustracción.