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El sobrepeso y la obesidad se asientan cada vez más en la población costarricense, esa que con el paso de los años ha ido ensanchando su cintura debido a los malos hábitos alimentarios en su dieta básica.
El problema, que se considera una enfermedad, se observa en personas de todas las edades, pero es más notable en las mujeres, sobre todo en las mayores de 45 años.
Cifras del Ministerio de Salud, obtenidas en la última Encuesta Nacional de Nutrición (2008-2009), señalan que 7 de cada 10 mujeres mayores de 45 años enfrentan sobrepeso u obesidad. En concreto, 275.969 mujeres sufren con el peso.
La situación no es muy diferente en aquellas que están entre los 20 y los 44 años, pues 6 de cada 10 también descubren problemas al subirse en la balanza.
De las 869.720 mujeres que se ubican entre esas edades, 521.832 están por encima de su peso ideal.
Esa misma proporción (6 de 10) se encuentra en los hombres de entre 20 y 64 años, cuyas contextura y peso exceden lo debido.
En este caso, de los 1,2 millones de varones costarricenses, 754.342 tiene sobrepeso u obesidad.
No obstante, el aumento de peso en las mujeres es el aspecto más evidente al comparar las tres encuestas de nutrición disponibles.
En la primera consulta, que data de 1982, el 34% de las ticas tenía sobrepeso u obesidad; para 1996 ese dato pasó a ser el 45%. Ya para el 2009 subió al 60%.
Esa tendencia alcista está presente en todos los grupos poblacionales.
Esto explica por qué el 40% de las mujeres de entre 20 y 44 años tiene una cintura clasificada como de “riesgo”, de sobrepeso u obesidad.
En términos antropométricos (proporciones y medidas del cuerpo humano), la cintura femenina no debería ser mayor a los 88 centímetros de circunferencia (talla 34). Más de eso es una señal de alerta.
En hombres, solo el 14% tiene cintura de riesgo; es decir, que tienen cintura de 102 centímetros (talla 40) o más de circunferencia.
Más hallazgos. Aunque la obesidad es un padecimiento provocado por múltiples factores, todo lo anterior podría explicarse, en parte, por los malos hábitos alimentarios que tiene la población de Costa Rica.
Una encuesta de Unimer para La Nación , realizada en junio de este año, reveló que el consumo de alimentos como frutas y verduras, así como la ingestión de proteínas y otros, no llega a los estándares recomendados por nutricionistas.
A eso se le suma que dos de cada cinco costarricenses visitan al menos una vez a la semana algún local de comida rápida, llamada también comida chatarra.
Según la encuesta, ellos consumen dos veces a la semana productos como frituras (cocidos en grasa) y refrescos gasificados.
Pese a eso, hay otros hábitos positivos, como que el 80% de los consultados dijo que tomaba agua del tubo o embotellada los siete días de la semana.
¿Qué se hace al respecto? Las autoridades coinciden en que la población no está debidamente educada sobre cómo y cuánto comer.
No obstante, hay discrepancias sobre las acciones que se realizan y sus resultados.
Margarita Claramunt, de la Dirección de Planificación Estratégica y Evaluación de Acciones en Salud, del Ministerio de Salud, sostuvo que es mínima la cantidad de gente que se preocupa por leer las etiquetas en los alimentos y tomar decisiones con base en esos datos.
“No hay posicionada una verdadera cultura de autocuidado”, dijo a este diario.
Claramunt defiende que el país sí tiene planes para combatir la obesidad. Indicó que recientemente se promulgó la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, así como un plan paralelo que funciona bajo cuatro ejes.
Los primeros son la disponibilidad y el acceso a los alimentos, seguidos del consumo y la utilización biológica (disposición de agua potable, servicios de salud y otros).
La funcionaria de Salud recalcó acciones como el reglamento que regula lo que se vende en las sodas escolares, del cual se esperan resultados en el mediano y largo plazos.
Para Mauricio Barahona, de la Asociación Costarricense para el Estudio de la Obesidad (ACEO), si bien es cierto hay medidas, estas no son efectivas.
“Si eso fuera así (que hay políticas públicas) no se habría duplicado el porcentaje de la población con obesidad en solo 20 años”, criticó.
El médico enfatizó en que la gente aún no considera la obesidad como una enfermedad, cuando más bien es la “sombrilla de muchas otras enfermedades”.
Ese criterio se confirma con la Encuesta de Factores de Riesgo Cardiovascular que realizó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el 2010.
En ella se halló que el 31% de los casos de hipertensión arterial que se atienden en los consultorios tienen como causa la obesidad.
El estudio de la CCSS definió que más de la mitad de la población no hace actividades físicas.
Hannia León, presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición, manifestó: “Estadísticamente se sabe que si una persona tiene sobrepeso o es obesa tiene a tres personas a las cuales está enviándoles ‘mensajes’ para que tomen los hábitos de ella”.