Una mujer residente en Rohrmoser, en Pavas, deberá extirparles las cuerdas vocales a sus cinco perros debido a que hacen mucha bulla y eso molesta a los vecinos, según determinó la dirección regional del Ministerio de Salud.
La medida consta en una resolución de ese ministerio publicada el pasado miércoles en el diario oficial
De acuerdo con la notificación, la ablación de las cuerdas vocales de los canes se debe realizar “en beneficio de la salud pública”.
La decisión se basó en los artículos 1, 2, 4, 7 y 195 de la Ley General de Salud, y en el artículo 50 del Reglamento para la reproducción y tenencia responsable de animales de compañía –la ablación está tipificada como una sanción por incumplir dicha regulación–.
La prueba de la bulla que hacen los canes se respalda en una “medición sónica” realizada en la casa de un vecino contigua a la de la propietaria de los perros.
La medición estableció que los ladridos “sobrepasan los límites legalmente permitidos”.
Ayer, la dueña de los perros, una abogada pensionada de 64 años de edad, dijo a
Aseguró que los cuida luego de haberlos recogido en la calle.
También le exige a la dueña disminuir la cantidad de mascotas.
La mujer advirtió que no se deshará de los perros porque la Ley le permite tener hasta diez. Indicó que en su propiedad tiene el espacio suficiente para tener animales.
En cuanto a la ablación en sí, el vicepresidente del Colegio de Médicos Veterinarios, Álvaro Aragón Tinoco, dijo que esa entidad solamente regula el ejercicio de la profesión, aunque indicó no estar de acuerdo con la extirpación de cuerdas vocales en los animales.
Ese criterio fue ampliado por Edwin Garro, expresidente del Colegio, quien dice que esa práctica viola los derechos de los animales.
“La ablación es inhumana. Con las proporciones del caso, es como, si al niño que llora, se le tapa la boca cuando tiene llanto, sin buscar las causas de ello”, agregó.
Por su parte, Ligia Quirós Gutiérrez, directora del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), afirmó que apoyaban la ablación, pues “hay que valorar entre eso o la calidad de vida de la gente que tiene que soportar los ladridos”.
No obstante, Quirós señaló que una medida de ese tipo, y especialmente en este caso, le corresponde tomarla al Ministerio de Salud.
Precisamente, si la dueña de los perros apela la medida, la ministra María Luisa Ávila será la que deba decidir sobre los cinco perros.
Se intentó localizar a la directoria regional de Salud, pero no fue posible. Lo mismo ocurrió con dirigentes de la Asociación Nacional Protectora de Animales (ANPA).