La tarifa de revisión técnica vehicular podría enfrentar en enero otro aumento, el cuarto en menos de dos años.
Esta solicitud de alza fue presentada el 30 de agosto por la empresa Riteve ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos. De ser aprobada, los automotores livianos (de menos de 3,5 toneladas) pagarán ¢365 más con lo cual el cobro subirá ¢13.405 a ¢13.770.
Así consta en el expediente ET-043-2018 mediante el cual esa compañía plantea una única alza de 2,75% para todo el 2019. El expediente permanece en revisión de requisitos de admisibilidad.
Luego de 11 años sin incrementos, el costo de la revisión técnica vehicular empezó a subir de forma escalonada a partir de mayo del 2017 con tres ajuste graduales. Con estos se comenzó a reducir la brecha tarifaria por la inspección dirigida a prevenir accidentes viales por falta de mantenimiento y cuya aprobación representa una garantía adicional en las compras y ventas de vehículos usados.
El último de esos tres aumentos se aplicó en mayo de este año. De esta forma, vehículos de menos de 3,5 toneladas pasaron de pagar ¢9.930 a ¢13.770 por el examen técnico (una diferencia de ¢3.800 equivalente a 38,6%).
En automotores de más de 3,5 toneladas, estos pasaron de pagar ¢13.076 a ¢17.650 (¢4.574 más; 35% adicional) entre mayo del 2017 y el pasado mayo. Ahora, la compañía española solicita en el actual estudio de precios ¢485 más por revisar estos vehículos con lo cual el cobro podría queda en ¢18.135.
Las motocicletas aumentarían de ¢8.830 hoy a ¢9.070 en enero (¢240 más), autobuses, busetas y microbuses de ¢17.650 a ¢18,135 (otros ¢485) y taxis de ¢14.460 a ¢14.860 (¢400 adicionales).
Según datos de la empresa, por el país circulan al menos 271.000 vehículos cuyo estado mecánico se desconoce, pues no acudieron a la revisión técnica vehicular el año pasado o la reprobaron en la primera inspección o las siguientes.
De esos vehículos, 118.000 corresponden a aquellos que nunca se presentaron a inspección en el 2017. Esa cifra es 6,5% mayor a los resultados del 2016, cuando 111.000 no acudieron a una sede de revisión.
A esa cifra se suman 153.088 automotores que tampoco aprobaron la prueba aunque lo intentaron en varias ocasiones durante el 2017.
Rezago de precios
Desde el 2005, Riteve operaba sin incrementos tarifarios, aunque repetidamente planteó solicitudes a la Aresep. El ente regulador los rechazó bajo el argumento de que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) era la institución responsable de crear un modelo de cálculo de tarifas.
Según la Aresep, la Ley de Tránsito por Vías Públicas Terrestres (N° 7331 del 13 de abril de 1993) les daba la responsabilidad de crear metodologías y resolver tarifas en servicios donde existan varios operadores; sin embargo, como en el caso de la revisión técnica solo hay un operador, esa tarea le correspondía al MOPT.
Ese Ministerio, agregó la Aresep, aprobó la metodología hoy vigente en la sesión ordinaria N° 37-2004 del 27 de mayo de 2004. Empero, esta nunca se publicó en La Gaceta, “contrariando lo dispuesto en la cláusula 9.4 del contrato”, añade la Autoridad Reguladora.
La situación cambió el 21 de diciembre de 2016 mediante decreto N° 40136-MOPT, publicado en el Alcance N° 14 a La Gaceta del 20 de enero de 2017, donde se definió el modelo tarifario vigente para Riteve que hoy aplica la Aresep.
El primero de los tres aumentos escalonados introducido en mayo del 2017, ocurrió pocos meses después de que concluyera un proceso de arbitraje que la firma española planteó en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial y que se resolvió en favor del Estado de Costa Rica.
Aquel proceso arrancó en enero de 2012, cuando Riteve reclamó ante el CIADI del Banco Mundial, que desde el año 2004 no se le reajustaban los montos que cobra por el servicio de revisión técnica vehicular.