Reglamento del ICE restaría poder a presidenta ejecutiva

Consejo Directivo del Instituto ahora tiene potestad de ‘girar instrucciones’ a la jerarca Irene Cañas

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La pasada administración del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) dejó en herencia a la actual un reglamento interno que permite al Consejo Directivo girar instrucciones a la jerarca de la entidad, Irene Cañas.

El nuevo reglamento corporativo fue introducido a finales del 2014, es la misma normativa que eliminó la figura de la gerencia general en el Instituto; una situación que ahora podría invalidar actos emitidos luego por los órganos que reemplazaron ese despacho creado por ley.

En el artículo 9° de este reglamento corporativo se indica textualmente que una nueva potestad del Consejo Directivo es girar instrucciones a los funcionarios que ocupen la Presidencia Ejecutiva, directores corporativos y gerentes del Grupo ICE.

En el texto del reglamento anterior, emitido el 25 de setiembre del 2001, no existe mención alguna de que eso sea posible. Todo lo contrario.

Según aquel documento del 2001, la Presidencia Ejecutiva tenía una serie de atribuciones y mayor poder de decisión pues entre sus competencias descansaba toda la coordinación del accionar del ICE, dirigir su plan estratégico y someter a aprobación del Consejo Directivo iniciativas de ese despacho que funciona como enlace de la institución con el Gobierno Central.

Estas y otras potestades se alineaban con el Decreto No. 11846 del 9 de setiembre de 1980 (Reglamento a la Ley de Presidentes Ejecutivos de las Juntas Directivas del Banco Central de Costa Rica y demás Instituciones Autónomas y Semiautónomas no Bancarias).

Ese decreto indica que los presidente ejecutivos de entidades autónomas presiden y convocan a la junta directiva de su respectiva entidad y además le ordenan a su gerencia general las directrices necesarias para uso de recursos de su respectiva institución.

Otra de sus funciones incluye “proponer a la Junta directiva, en ejercicio de sus funciones superiores de gobierno, la organización técnica y administrativa de la institución, a fin de garantizar la eficaz ejecución de sus políticas”, indica el Decreto No. 11846.

Esto varió con el reglamento corporativo actual.

Como indica su artículo 4, ahora es responsabilidad del Consejo Directivo aprobar todas las competencias internas del ICE incluidas las de la Presidencia Ejecutiva, las Direcciones Corporativas del Grupo ICE, gerencias y toda dependencia inferior a éstas.

Por ejemplo, Irene Cañas podría proponer cómo distribuir competencias internas en el Instituto para organizar divisiones de personal así como funciones de directivos y otros funcionarios, pero su concreción dependerá del grupo de directivos, incluidos varios nombrados en la administración pasada.

El ICE, sin embargo, rechaza que haya cambio.

Ante consultas de este diario dirigidas a Cañas sobre qué tipo de instrucciones podría recibir del Consejo Directivo y qué implicaciones ha tenido esto a su llegada al ICE, el departamento de prensa respondió que la presidencia ejecutiva “conserva sus competencias y el mismo orden jerárquico en la estructura de organización del ICE” con el actual reglamento.

"Es necesario aclarar que la elección de las personas que conforman el Consejo Directivo del Instituto Costarricense de Electricidad se hace conforme al artículo 10 de la Ley 449 Ley de Creación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y sus reformas, y al artículo 11 de la misma ley de donde se desprende en su párrafo segundo “[el] presidente ejecutivo será nombrado por un período de cuatro (4) años, a partir del inicio del período presidencial respectivo. Los demás miembros del Consejo durarán en funciones seis (6) años; serán nombrados uno cada año […]”, añadieron.

En la actualidad, el Consejo lo conforman la misma Cañas, como presidenta ejecutiva, Eugenia Gutiérrez Castro, ingeniera civil que laboró por 35 años en el área de Ingeniería Hidráulica del Instituto y la ingeniera mecánica Irma Pérez Guevara que fue jefa de administración de equipos del ICE.

También lo integran la economista Ruth Martínez Cascante, el exprocurador adjunto Farid Beirute, y el informático Rodrigo Bogarín Navarro.

Cambio inesperado

Sergio Olivares, presidente de la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajadores de la Energía y las Comunicaciones (Anttec), calificó el reglamento como “un problema en el Instituto” al llegar otra jerarca quien lo hereda de la administración pasada que lo aprobó.

“Consideramos que la Presidencia Ejecutiva quedó amarrada por el Consejo Directivo debido a un reglamento sin apego a la legalidad como ya lo ha alertado la Procuraduría General de la República, con ese documento, ahora los directivos toman las mayores decisiones del ICE dejando en segundo plano a la presidencia”, afirmó el vocero sindical.

Para Olivares, la presidenta ejecutiva tiene una ruta definida y ha sido transparente y bien intencionada al detallar qué planes trae. Sin embargo, “está frenada”, aseguró el sindicalista quien agrega que también debería restituirse la figura de gerencia general otra vez.

“Si tuviéramos esa gerencia general como los dicta la ley de fundación del ICE, esa figura asumiría una función administrativa de más poder de decisión de forma que grandes cambios o movimientos en cualquier sentido serían consensuados con la presidencia ejecutiva como era antes”, recalcó.

El vocero gremial insistió en que todas las versiones pasadas del reglamento interno del ICE tenían a la Presidencia Ejecutiva y a la Gerencia General como los órganos con mayor poder de decisión y acción en el Instituto.

“Esto no tiene sentido, no vemos cómo un reglamento de una entidad autónoma puede derogar una ley”, explicó.

Hace unas semanas, la auditoría interna del ICE solicitó un criterio vinculante a la Procuraduría General de la República tendiente a esclarecer si procedía la eliminación de la gerencia general.

Según Olivares, de confirmarse una irregularidad, esto traería una revisión general de todos los acuerdos del Consejo directivo del ICE de los últimos tres años y hasta podría revertir cambios como la eliminación de la gerencia general y la relación entre la Presidencia Ejecutiva y el Consejo Directivo.