La intención de instalar parquímetros en el centro de Santa Ana no pasó de la fase de demarcación, pues quejas de vecinos y comerciantes tienen paralizado el proyecto.
Entre los argumentos de quienes se oponen está que el gobierno local puso en ejecución el plan sin estudios previos y sin considerar cómo afectará la medida al comercio local. Así lo señalan en un reclamo presentado el 19 de febrero ante el Concejo Municipal y el cual está en estudio.
“La Municipalidad lo inició sin anunciarnos. Esto va a ser de 8 a. m. a 8 p. m. y Santa Ana tiene el problema de no tener parqueos públicos ni privados, para todo el casco central hay dos parqueos. A nosotros nos genera grandes inconvenientes”, declaró Catherine de Greef, quien alquila oficinas en el centro del cantón.
“El alcalde ofrece, sin que se lo hayan pedido, el equipo de parquímetros. Esto lo llevan a una comisión de Ciudades Inteligentes que solo dice que sí. El acta no tiene ningún análisis técnico, ni de mercado, ni de idoneidad de la empresa”, se quejó de Greef.
La vicealcaldesa Laura Carmiol, sin embargo, considera que no hay razón para considerar que los dispositivos puedan afectar a los negocios de la zona.
“Es difícil que los afecte. Es una tendencia que todas las ciudades del mundo están implementando. En el país son Grecia, Puriscal, San José, Montes de Oca y Tibás. Todo el ordenamiento vehicular va por el camino de poner estacionamientos de cobro en vía, esto garantiza que haya una mayor rotación y fluidez en el uso del espacio público”, indicó la vicealcaldesa.
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Según Carmiol, el costo de usar los parquímetros (¢700 por hora) es similar al de estacionar el vehículo en un parqueo.
El proceso de adjudicación también fue cuestionado, pues la obra se le otorgó por medio de contratación directa a la Empresa de Servicios Metropolitanos S. A. (ESM), presidida por el alcalde de Santa Ana, Gerardo Oviedo.
No obstante, Oviedo explicó que la ESM es una sociedad creada por la Federación Metropolitana de Municipalidades (Femetrom), conformada por diez municipios, y no una empresa lucrativa.
“La junta directiva somos los alcaldes, nombrados por el consejo directivo de la Femetrom. Yo no tengo ningún tipo de acción en esa empresa, mi participación es como representante de la Municipalidad, en el momento en el que yo deje de ser alcalde se termina mi representación”, detalló Oviedo.
Asimismo, el municipio se ampara en un oficio de la Contraloría General de la República (CGR), del 13 de febrero del 2015, para que el alcalde pueda contratar a esta empresa aunque él sea el presidente.
“Se trata de una figura meramente representativa, él no tiene ningún interés”, aseguró Carmiol.
Sobre el uso de contratación directa, Carmiol afirmó que “la Ley de Contratación Administrativa permite hacer contrataciones directas entre entes públicos, si bien ESM es una sociedad anónima, pero es de capital público, así que se hizo totalmente legal”.
La discusión en el Concejo Municipal continuará en la sesión de este martes, cuando se estudie el recurso de revisión presentado por vecinos y comerciantes.