¿Quién debería encargarse de los animales de compañía cuando sus dueños fallecen? Esta pregunta se responde en el proyecto de ley 24482, presentado este miércoles en la Asamblea Legislativa, el cual reconoce legalmente la capacidad de los animales para sentir.
En línea con este enfoque, el plan propone que quienes ejerzan la tenencia de animales de compañía o domésticos puedan ceder dicha tenencia como un legado.
En ausencia de una disposición testamentaria, se priorizará la custodia provisional o definitiva del animal en el siguiente orden: cónyuge, padres, hijos, abuelos, hermanos consanguíneos y, en última instancia, los tíos.
Si ninguna de estas personas puede o desea hacerse cargo del animal, se buscará un tercero que cumpla con las condiciones óptimas para su tenencia o custodia.
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En caso de conflicto, cuando varias personas deseen la custodia, el Tribunal de Procedimiento Administrativo Sancionador, adscrito al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), nombrará al tutor más adecuado, considerando factores como conocimiento y familiaridad con el animal, solvencia, idoneidad y preparación. La finalidad es garantizar una tenencia responsable.
Si no hay allegados ni terceros interesados en la custodia, Senasa podrá entregar el animal a una entidad protectora reconocida.
El plan también regula el sacrificio de animales domésticos y domesticados, el cual deberá realizarse conforme a normas técnicas internacionales, garantizando que la muerte sea instantánea, indolora y precedida de aturdimiento. Senasa se encargará de establecer las condiciones y métodos mediante reglamentación.
Además, prohíbe el uso de colas o sustancias pegajosas como método de control y captura de aves. Excepcionalmente, y mientras no existan mejores métodos, se permitirá el uso de estas sustancias para el control de roedores e insectos, siempre que no afecten a especies protegidas ni al ambiente, y que minimicen el sufrimiento animal.
La propuesta también establece que las filmaciones para cine, televisión u otros medios, que reproduzcan escenas ficticias de crueldad o maltrato animal, deben asegurar que la representación sea simulada y que no cause daño alguno a los animales. Estas filmaciones deberán tener un enfoque educativo, promoviendo la conciencia sobre el maltrato animal.
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El medio de difusión debe certificar que las escenas son ficticias, y Senasa, en coordinación con el Centro de Producción Cinematográfica del Ministerio de Cultura, estará facultado para verificar estos hechos y presentar las denuncias correspondientes si se detectan irregularidades.
De convertirse en ley, todas las decisiones administrativas y judiciales que en el futuro involucren animales deberán considerar su capacidad de sentir y garantizar su protección.
La iniciativa busca garantizar condiciones dignas para los animales, armonizando su entorno con el de los seres humanos. El plan fue presentado por la diputada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Vanessa Castro, con el apoyo de otros legisladores.
El texto inicia con una exposición filosófica y científica que cuestiona la visión tradicional de los animales como simples “cosas”. En su lugar, los reconoce formalmente como seres sintientes, capaces de experimentar dolor, angustia, placer, y de brindar afecto a sus propietarios.
Dado su estatus como seres vivos con sistema nervioso y sensibilidad física y emocional, la iniciativa subraya que los animales merecen respeto y protección, y deben recibir un trato digno, libre de sufrimiento innecesario. Este reconocimiento lo había hecho ya la Sala I de la Corte Suprema de Justicia en un fallo de 2022.