Puerto Viejo regala simbólica imagen del amanecer a canadiense asesinado

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Puerto Viejo, Limón.

Con flores, banderas y, sobre todo, con cámaras apuntando al cielo. Así le rindieron homenaje los vecinos de Puerto Viejo de Talamanca (Limón), al fotógrafo canadiense, Bruce Craig Mccaklum, asesinado el domingo anterior cuando se disponía a hacer fotos del amanecer.

Unas 200 personas se reunieron a la luz del alba y caminaron hasta playa Cocles, la ruta que seguía Craig, aquella fatídica madrugada.

"La idea fue juntarnos en la playa para hacer la foto que él nunca pudo tomar. Fue una forma de rendirle tributo a él a su familia, a sus amigos, a sus estudiantes porque él ha dejado un gran vacío", narró Lucas Iturriza, vecino de Puerto Viejo, quien también es fotógrafo y lanzó la iniciativa de organizar la actividad.

La ceremonia, narró Iturriza, fue tan espontánea como emotiva. En la playa estaba escrito el nombre del canadiense, un maestro de matemática de Toronto y apasionado de la fotografía.

Craig de 51 años había tomado un año sabático para recorrer el mundo. Antes de llegar al caribe costarricense estuvo en Australia, Nueva Zelanda y muchos países más, según contó Iturriza.

"De tantos destinos posibles había elegido Puerto Viejo para vivir parte de su aventura y aquí pasó la desgracia. Estamos consternados. Este hecho nos ha golpeado", añadió.

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En la playa, los vecinos, turistas y residentes hicieron una larga fila frente al mar. Luego de hacer las fotos y dar algunas palabras, se tomaron de la mano y guardaron cinco minutos de silencio. Ahí cada uno hizo su plegaria.

"Estábamos tan golpeados y consternados que hoy cuando todos nos tomamos de la mano, de alguna forma nos volvió el alma al cuerpo. Volvimos a tener esperanza porque somos una comunidad pacífica y talamanqueña. Brus pude ser yo o cualquier otro", comentó Iturriza, un argentino que desde hace 10 años escogió Puerto Viejo para vivir.

Según dijo, aunque no había familiares de Craig, sí llegaron muchos canadienses y otros extranjeros residentes de la comunidad.

Aunque la idea era rendir homenaje al maestro y fotógrafo, los caribeños también quisieron dar un mensaje de rechazo a la violencia y hacer un llamado para que se de más oportunidades a los jóvenes y así evitar que caigan en la delincuencia.