13/08/2012. Fotos tomadas en el Puerto De Caldera, conmotivo de la reparacion del muelle, comensando con el dragado y el relleno. / Fotografia por Fabian Hernandez para la nacion. (Fabian Hernandez)
La carga en puerto Caldera creció un 17% en el último año, mientras los muelles de Limón y Moín apenas subieron un 0,5% en el mismo periodo.
En Caldera aseguran que la agilidad del muelle los ayuda a recuperar y atraer nuevos clientes. En el Caribe se quejan porque hace años que la infraestructura disponible es insuficiente.
En el 2010 la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC) movilizó 3,6 millones de toneladas métricas y registró un crecimiento del 17% al año siguiente, cuando reportó 4,3 millones de toneladas métricas (617.000 toneladas más).
En cambio, en ese mismo periodo los muelles de Limón y Moín crecieron tan solo un 0,5%, pues mantuvo un volumen de carga que ronda los 9,9 millones de toneladas métricas.
Entre un año y otro, apenas se contabilizaron 51.700 toneladas más en los atracaderos de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Si se toma en cuenta el total de carga del país (14,2 millones de toneladas por año), el 70% se moviliza por el Caribe y el 30% restante por Caldera.
En el 2009, la relación era 74% por Limón y 26% por el Pacífico.
Los datos comparativos fueron aportados por la Sociedad Portuaria de Caldera y ratificadas por el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop).
Según explicó, los cambios empezaron a presentarse en el 2006, cuando el puerto pasó a manos de un operador.
Además, dijo, se compraron más equipos para mover carga y la terminal pasó de mover 17 contenedores por hora a 30 contenedores en el mismo tiempo.
Según explicó, esa mejora en tiempos de carga y descarga logró recuperar contratos con navieras como las multinacionales Evergreen y APL y HSD (Hamburgo) y CSCL (China), que se habían retirado de operar en puerto Caldera “por ineficiente”.
Aun así, Ugalde alegó que el crecimiento no ha sido mayor por el atraso en la construcción del nuevo muelle granelero.
Allan Hidalgo, presidente ejecutivo de Japdeva, reconoció que el volumen de carga en Limón y Moín no aumenta por los problemas de calado e infraestructura que afronta la entidad.
Por esta razón, según Hidalgo, las navieras ahora recurren a barcos de mayor tamaño para abaratar costos, pero esos barcos no pueden atracar en Limón porque el puerto es poco profundo.
Para recibir un buque de 230 metros de eslora (largo), el puerto caribeño necesita un metro más de calado, y el muelle apenas tiene 11 metros de profundidad.
El otro problema es que se trabaja con dos grúas pórticas viejas y muchas veces en mal estado.
Por último, los puestos de atraque de Limón y Moín están ocupados el 60% del tiempo (en promedio), y eso obliga a los barcos a esperar en bahía para atracar.
Según Allan Hidalgo, la saturación obligó a algunos productores de perecederos en la zona caribeña a exportar sus productos (sandía y melón) por Caldera, pese a que sus mercados están en Europa y en la costa este de los Estados Unidos.
Ronaldo Blear, secretario del sindicato de puertos del Caribe, dijo que no podía referirse a las estadísticas, porque no las tenía a la vista. Eso sí, defendió que Limón mantiene una tendencia a la alza en el manejo de contenedores de 40 pies (TEUS) y que ya se acerca al millón de unidades por año.
Sin embargo, reconoció que los puertos arrastran un rezago, especialmente en Moín, donde falta una grúa pórtica y más equipo.