Ahora, los profesores tendrán a mano herramientas básicas para atender hechos de matonismo en aulas y pasillos de los colegios.
También podrán hacer frente a casos de acoso, agresión física, psicológica y sexual entre alumnos.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) les hará llegar, a partir de hoy, cuatro guías con instrucciones para que identifiquen y batallen contra las diversas formas de violencia latentes en los ‘coles’.
Los protocolos indican qué hacer contra el matonismo –también llamado bullying – , que define los abusos de poder y constantes acosos de uno, para intimidar a otro.
Esas manifestaciones por medio de redes sociales en Internet, llamadas y mensajes de texto, inauguraron el término ciberbullying, también contemplado en las guías.
“Toleramos el bullying , el acoso, el maltrato, pero no solo eso; a veces lo promovemos sin querer” manifestó, preocupado, Leonardo Garnier, ministro de Educación.
Habrá incluso un filtro adicional para alumnos que quieran ingresar armas y drogas a las aulas, pues los textos incluyen ese tema.
Más allá. “Vivir no es tan fácil, y convivir es mucho más difícil que vivir. No hay nada más difícil que vivir con los demás”.
El ministro Garnier partió de esa premisa para destacar la importancia de generar espacios, actividades y experiencias que enseñen a los jóvenes a convivir y respetarse.
Esto, dijo, serviría para prevenir actos violentos entre ellos.
En las cuatro guías, cada una con nueve normas, el MEP insiste en que es vital romper el acostumbrado silencio en las instituciones, y denunciar la violencia desde que el primer indicio salta a la vista.
Pero, para el Ministerio, un estudiante violento no solo es responsabilidad de un profesor o de “la señora de la soda”, sino que debe caer en manos de su familia y comunidad.
Laura Chinchilla, presidenta de la República, destacó la sensatez de la filosofía detrás de estos programas y coincidió con que el problema le concierne a todos.
“Hay un conjunto de causas y de manifestaciones que todos juntos, y solo juntos, podemos resolver. Los muchachos también son parte de la solución”, manifestó.
Evidencia. Para Ana Teresa León, experta en educación del Instituto Nacional de Estudios de la Niñez y Adolescencia, la convivencia debe ser una asignatura siempre presente en el calendario de los educadores de escuelas y colegios.
León explicó que un agresor normalmente muestra indicios de violencia desde que cursa primaria, y que “para prevenir situaciones de violencia, hay que poner particular atención a partir de ahí”.
En el primer semestre del año, la Contraloría de Derechos Estudiantiles (CDE) atendió 110 denuncias por agresión física entre alumnos de primaria y secundaria.
En ese mismo periodo, según la CDE, seis alumnos llevaron armas a la institución y 18 cargaron sus mochilas con algún tipo de droga.
Se registraron, además, siete casos de abuso sexual entre menores y ocho intentos de suicidio.