El primer gran paso que deben dar las personas que acumulan deudas altas es aceptar su problema y buscar asesoría.
Suena sencillo. Sin embargo, Rigoberto Salazar, psicólogo económico, asegura que la vergüenza, la culpa y el miedo suelen convertirse en una barrera para muchos deudores.
“En el momento que yo acepto que soy una persona altamente endeudada, puedo empezar a progresar”, aseguró Salazar.
Según el experto, los deudores deben entender que no son los únicos en esta situación. "En el momento en que yo controlo la vergüenza y rompo el secretismo, ya puedo pedir ayuda y seguir con el siguiente paso”, sostuvo.
Una vez superada la etapa de aceptación, las personas entran a la fase de la acción: adoptar estrategias que alivien, o eliminen del todo, el golpe a sus finanzas.
Una opción viable, y a la que algunos temen, es acudir a las entidades acreedoras para renegociar las deudas.
Javier Angulo, del programa Finanzas con Propósitos, recomendó “acercarse a cada entidad para consultar si se puede hacer una readecuación o si hay plan de salvamento”.
En ciertos casos, los bancos accederán a cambiar la garantía o pasar el crédito a otra moneda más favorable, detalló Angulo.
Por ejemplo, si dos propiedades están respondiendo por un préstamo y el pago está avanzado, el deudor podría solicitar que una de las fincas quede libre.
Si el propietario lo requiere, el terreno liberado podría utilizarse como garantía para otro crédito.
Un movimiento similar resultaría en créditos con dos fiadores.
También es posible solicitar una hipoteca de segundo grado, es decir, que su vivienda responda por dos deudas distintas.
Clases financieras
Además de aliviar el crédito, la persona debe intervenir sus ingresos y sus gastos. Pero antes, es primordial entender el sistema financiero.
“Debemos aprender sobre este fenómeno social del endeudamiento. ¿Cómo lo voy a aprender? Recibiendo sesiones y charlas donde podamos ver de una manera multidisciplinaria que esto es un fenómeno financiero y psicológico al mismo tiempo”, indicó Salazar.
“Tienen que tratar la parte financiera con un profesional en la rama y, al mismo tiempo, la parte psicológica para poder entender que vivimos en un ciclo de endeudamiento”, añadió.
El usuario de un banco debe tomar en cuenta que en estas entidades trabaja gente especializada en analizar su comportamiento y estimular su consumo con tarjetas de crédito y préstamos personales, afirmó el psicólogo.
Cuando la persona nota esto, es más fácil evitar deudas innecesarias.
La disminución de los gastos también requiere de sacrificios en el estilo de vida.
Para Angulo, el deudor debe tener claro cuáles gastos son imprescindibles, cuáles disminuir y cuáles eliminar del todo.
“Hay gente que diría ‘el cable y el Internet no son negociables’, pero puede ser que haya gente que diga ‘voy a buscar cable e Internet más barato’. Hay gente que dice ‘voy a dejar cable o Internet, pero quito teléfono fijo’”, detalló.
El seguro del automóvil es otro gasto con potencial de ser disminuido. Después de cierta cantidad de años, el carro vale menos, por lo que el dueño podría solicitarle a la aseguradora una reducción en el pago de la póliza.
Para elevar los ingresos, Angulo sostuvo que el deudor podría recibir entradas adicionales con una actividad adicional a su trabajo regular, o que empiecen a trabajar los miembros mayores de edad de la familia que aún no lo hacen.