Presidente reconoce debilidades del PANI pero defiende labor de presidenta ejecutiva

Carlos Alvarado dice que pidió ‘firmeza’ para determinar si hubo negligencia por parte de funcionarios en la muerte de un bebé y un niño de cinco años, hechos ocurridos en Alajuelita y Alajuela, la semana pasada

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Debilidades institucionales, oficinas regionales “en rojo”... el presidente de la República, Carlos Alvarado, reconoce los problemas del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para cumplir la misión de proteger a la niñez, sobre todo a la más vulnerable.

Los cuestionamientos sobre la institución surgieron luego de que la semana pasada, un bebé de 13 días de nacido y un niño de cinco años murieron víctimas de agresión. De ambos casos, el PANI recibió alguna alerta, sin que tomara ninguna medida a tiempo.

Según el mandatario, él pidió cuentas a la jerarca de la entidad, Patricia Vega.

La también ministra de la Niñez le informó de que hay investigaciones administrativas para determinar si hubo negligencia o falta de acciones del personal encargado.

“Le he pedido que actúe con la firmeza del caso en esos temas. Ella, desde antes, me ha hecho ver que el PANI arrastra debilidades institucionales, el trabajo que llevamos adelante es subsanar y fortalecer”, añadió.

Por estos hechos, diputados han solicitado la salida de Vega.

“Doña Patricia está encima de los temas resolviendo, eso es lo que le corresponde hacer y eso es lo que tenemos que hacer por la niñez en Costa Rica”, dijo Alvarado en defensa de la funcionaria.

El PANI, expresó Alvarado, tiene más de 40 sedes regionales, las cuales han categorizado en verde, amarilla y rojo según el nivel de intervención que requieren para revisar sus protocolos.

El mandatario aseguró que esa labor se está realizando, al tiempo que se trabaja en un proyecto para que el PANI atienda 24 horas, los siete días de la semana.

En investigación

El primer caso se presentó el martes, cuando el bebé de 13 días de nacido llegó sin vida a la clínica de Alajuelita.

Una patóloga estableció que el cuerpo del menor tenía “equimosis o lo que se conoce más comúnmente como moretes en el sector de la espalda, en la parte baja, y también en el área de las ingles. Además, logró determinar que eventualmente había un problema respiratorio que podría estar vinculado con la muerte.

Se estableció que el menor presentaba el síndrome del niño sacudido. Por el hecho se le abrió causa a los padres, aunque no se les impuso medida cautelar.

El PANI informó de que 30 de abril recibió una denuncia por negligencia en esa misma vivienda, en San Felipe de Alajuelita, porque había un niño afuera de la casa solo. No obstante, el caso no condujo a abrir una investigación.

Luego de la muerte del bebé, intervinieron para retirar a los hermanos del niño y trasladarlos a un albergue temporalmente.

Dos días después del deceso del bebé, un niño de cinco años murió en Sabanilla de Alajuela, a consecuencia de una hemorragia intestinal provocada por golpes.

Aparentemente, el menor era víctima de agresiones desde tiempo atrás.

Cinco días antes, el sábado, se le avisó al Patronato de la situación del niño, no obstante, como era fin de semana, no fue atendido el caso. El lunes se consideró de atención prioritaria, aunque fue hasta el miércoles cuando una funcionaria salió en busca de la vivienda, sin localizarla.

Por este caso se abrió una investigación administrativa lo mismo que una judicial por posible incumplimiento de deberes.

Por la muerte del niño están detenidos la madre y el padrastro, ambos salvadoreños.